Qué ver en Lorquí
Iglesia de Santiago Apóstol
El templo comenzó a ser construido en 1765, pero por penurias económicas la finalización de la obra se demoró hasta 1799. Sin embargo, debido a las invasiones francesas y las guerras por la independencia de los países americanos, la iglesia no se pudo inaugurar hasta el año 1827.
La obra fue terminada por el maestro Pedro Gilabert, quien se ocupó de la terminación de la torre. A lo largo de la historia la torre tuvo que ser reparada en varias ocasiones, ya que sufrió las consecuencias de algunos terremotos.
La obra fue terminada por el maestro Pedro Gilabert, quien se ocupó de la terminación de la torre. A lo largo de la historia la torre tuvo que ser reparada en varias ocasiones, ya que sufrió las consecuencias de algunos terremotos.
La última gran restauración realizada en el Templo Parroquial de Santiago Apóstol fue en el año 1992.
Las Norias
En Lorquí es posible ver aún dos de las doce norias que llegaron a existir en el pueblo. Una de ellas se encuentra en pleno casco urbano, al final de la calle Noria. Esta es la que verán quienes ingresan al pueblo procedentes de Archena.
La otra es la conocida como Noria de Lorquí o Noria del Tío Rapao, tal como se apodaba el cuidador que tuvo durante muchos años. Esta segunda Noria está ubicada entre los vestigios de las últimas huertas del municipio y la carretera que circunvala la ciudad.
La otra es la conocida como Noria de Lorquí o Noria del Tío Rapao, tal como se apodaba el cuidador que tuvo durante muchos años. Esta segunda Noria está ubicada entre los vestigios de las últimas huertas del municipio y la carretera que circunvala la ciudad.
Palacete de Don Juan de la Cierva
Este palacete fue propiedad de Don Juan de la Cierva Peñafiel, quien se desempeñó como ministro y presidente del Gobierno durante el reinado de Alfonso XIII. El edificio fue construido alrededor del 1915, sirviendo como residencia ocasional para la familia de Don Juan.
Entre los muros del palacete se trazó la vía férrea que une Murcia con Caravaca. Es considerado un ejemplo del estilo que imperaba en las construcciones señoriales de las primeras décadas siglo XX.
Entre los muros del palacete se trazó la vía férrea que une Murcia con Caravaca. Es considerado un ejemplo del estilo que imperaba en las construcciones señoriales de las primeras décadas siglo XX.
Su propietario, Don Juan de la Cierva Peñafiel, fue sorprendido en Madrid por el estallido de la Guerra Civil. Para salvar su vida se refugió en la embajada de Noruega donde, debido a la escasez de medicamentos y las privaciones producidas por la guerra, su salud se vio afectada, falleciendo el 11 de enero de 1938.
Chimeneas Conserveras
En el pasado, Lorquí fue un importante centro de producción de conservas. Como prueba de esa industria que fue el centro económico del pueblo durante el siglo XX, hoy en día se pueden encontrar cinco chimeneas que pertenecían a las antiguas fábricas, Tres están situadas dentro del casco urbano.
Todas tienen un estilo sencillo, característico de su función industrial. Fueron construidas con ladrillo y su decoración tiene cierto estilo neomudéjar.
Todas tienen un estilo sencillo, característico de su función industrial. Fueron construidas con ladrillo y su decoración tiene cierto estilo neomudéjar.
Casas Cueva
Gracias a su orografía única, Lorquí es uno de los pueblos con mayor cantidad de viviendas cueva de toda la Región de Murcia. Es posible encontrarlas por todo el casco antiguo. Muchas se encuentran escondidas detrás de fachadas modernas y por patios, que completaban la forma de vida en este tipo de construcciones.
Estas casas cuevas suelen tener un espacio central que sirve para articular la distribución de sus distintas estancias. Los techos abovedados llegan hasta los cuatro metros de altura en algunos casos.
Estas casas cuevas suelen tener un espacio central que sirve para articular la distribución de sus distintas estancias. Los techos abovedados llegan hasta los cuatro metros de altura en algunos casos.
Algunas de las casas cuevas han sido remodeladas y convertidas en museos, por lo que es posible visitarlas, y así conocer cómo era vida dentro de estas particulares construcciones. Un ejemplo de esto es la cueva de la familia “Los Tablachos”, ubicada en la Calle Altos Moros.
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