El Valle de Ricote es una comarca de Murcia compuesta por las poblaciones de Archena, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva del Río Segura, las cuales han sido habitadas de manera continua a partir del Neolítico, pues sus condiciones naturales constituyeron un paraje ideal para asentarse.
Más de 5.500 años de historia tiene este territorio, evidenciándose en cerámicas decoradas y enterramientos propios de la cultura argárica de finales del Neolítico, ubicados concretamente en Ricote.
En Archena también se han descubierto elementos importantes que enriquecen la historia de este territorio de Murcia. Vestigios de la ocupación íbera permiten proyectar la conformación de una población en la zona con base a una cultura que se pudo extender por todo el Valle de Ricote.
No está confirmada en la zona una ocupación romana de manera masiva, pero sí hay evidencias de un asentamiento hacia finales de la época del imperio romano, cerca del paraje del Salto de la Novia, adyacente a Ojós.
En el año 738, durante la ocupación musulmana en la Península Ibérica, comienza la etapa árabe en Valle de Ricote. Destacan en crónicas musulmanas los pormenores del reino de Murcia, haciendo énfasis en un asentamiento fértil y próspero formado por una alquería y un núcleo defensivo, denominados como
Rikut (Ricote) y
Al Sujur (Castillo de las Rocas).
En el siglo XIII, Ricote fue testigo del nacimiento de dos de los más grandes científicos, filósofos y pensadores de Murcia: Al-Ricotí y Ibn Sabín.
En este mismo siglo cabe destacar la insurrección de Ibn Hud (Aben Hud) contra el poder Almohade. El control de Murcia y gran parte de Al-Ándalus solo le duró 10 años a Ibn Hud, pues fue traicionado por su Walí (especie de representante) de Almería, quien lo asesinó.
Estas batallas por pugnas internas entre musulmanes generaron el resquebrajamiento militar, político y económico de toda Murcia, lo que fue el escenario perfecto para la ocupación de los ejércitos cristianos.
En el año 1243 se produce el Pacto de Alcaraz entre los cristianos representados por el Infante Don Alfonso y los representantes musulmanes de cada zona del reino, destacando el del Valle de Ricote. El acuerdo contemplaba la entrega a Castilla del reino de Murcia, concretamente la mitad de las rentas públicas y las más importantes fortalezas, entre ellas el Castillo de Ricote. Los musulmanes recibirían a cambio respeto y protección en las tierras conquistadas, no obstante, el vago cumplimiento de los acuerdos produjo llevó a que en el año 1264 se produjera la revuelta mudéjar o rebelión de los mudéjares.
Felipe III ordenó la expulsión de los moriscos de toda España de forma escalonada entre 1609 y 1613. En Murcia se intentó frenar esta orden dada la simbiosis con este pueblo que aportó un gran desarrollo al Valle de Ricote, pero de esta región murciana fueron desalojados finalmente más de 2.500 moriscos.
Economía
Hoy en día la economía del Valle de Ricote está sustentada principalmente en la agricultura. Los cultivos más importantes son los frutales de secano, especialmente el almendro, la uva para vino, el olivar y los cítricos, especialmente los limoneros.
Desde finales del siglo XX y principios del XXI, el Valle de Ricote ha realizado una apuesta importante por dinamizar el sector turístico, con el objetivo claro de hacer del Valle de Ricote un destino turístico de calidad, mediante la puesta en valor de los recursos turísticos de esta hermosa comarca murciana.