A 7 kilómetros de Totana, y a los pies de Sierra Espuña, se encuentra el Santuario de Santa Eulalia.
Llegar hasta el santuario es una experiencia en sí misma, y una que se disfruta mucho con todos los sentidos, ya que la naturaleza nos regala un paisaje colorido y aromático, gracias a los árboles frutales que abundan en las huertas de esta población. Los viajeros disfrutan de los aromas cítricos de limones y naranjas y de las fragancias que se desprenden de las flores, el romero y el tomillo.
Desde 1644 este Santuario es usado para venerar la imagen de Santa Eulalia de Mérida, patrona de Totana. La devoción que despierta ha traspasado las fronteras de la región y convoca a devotos de todo el país.
El gran edificio del santuario está construido con mucho cuidado en los detalles, lo que le permitió encajar en perfecta armonía con el paisaje que lo rodea. Al llegar a la Santa, nos encontramos con un camino adoquinado que nos introduce en el Santuario, después de atravesar una triple arcada. Es fácil entender por qué este lugar genera peregrinaciones desde puntos tan distantes. Su ambiente natural, con los sonidos del agua que corre y sus aromas y el silencio de la sierra, permiten relajarse y sentir una paz profunda.
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