Evidencias de rastros de la era de la prehistoria marcan el inicio de la historia de Mazarrón, una localidad cuyos habitantes aprovecharon su geografía y fauna para su supervivencia.
Se han hayado yacimientos que se remontan al Paleolítico Medio y Superior en Los Tollos, Las Palomas, La Peñica y Cueva Pernera, cercanos al Cabezo del Faro. Entre los elementos encontrados destacan puntas de sílex, raederas y raspadores, así como enterramientos correspondientes a rituales.
Las labores de caza y recolección son características de la época. Asimismo, aparece la cerámica, el desarrollo de los útiles de piedra y los enterramientos megalíticos, tal y como confirman las Cuevas del Caballo y del Palomarico.
De la Edad de Bronce también existen vestigios que son visibles hoy día en el poblado prehistórico del Cabezo de Plomo, situado en la Sierra de las Moreras.
En el se pueden apreciar estructuras del asentamiento y su fortificación a manera de protección por los conflictos del período. También fueron localizadas herramientas, así como un túmulo funerario megalítico de forma circular en su base.
Al igual que en otras zonas de Murcia, en Marrarrón se han encontrado rastros de la cultura argárica. Los fenicios también desembarcaron en la zona motivados por la explotación minera, estos se orientaron a aprovechar los recursos de Mazarrón, concrétamente los minerales de plomo y la pesca, así como desarrollar la salazón, lo que les rindió importantes beneficios económicos.
Los fenicios fueron grandes comerciantes, destacando por sus avances en la construcción naval y precisamente, en las playas de Mazarrón, fueron descubiertas dos naves de esta civilización que siguen siendo de sumo interés para la arqueología submarina a nivel mundial.
Con relación a la llegada a Mazarrón de los cartagineses, se presume que fue motivada por tener muy cerca
Qart Hadasht (actual Cartagena), que era su colonia más importante en toda la península ibérica. No obstante su presencia en Mazarrón fue transitoria, dada la escasez de hallazgos de su cultura.
Los romanos también desembarcaron en la zona y no pasaron inadvertidos, influenciando la vida en el lugar. En Mazarrón se encontraron varias estatuas de mármol de la diosa romana Ceres, actualmente conservadas en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. De igual manera, se encontró un miliario (o piedra miliar) romano, que es una columna que se colocaba en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada mil
passus, es decir, cada milla romana (aproximadamente 1.480 metros).
A la par de la explotación minera, los romanos intensificaron la salazón de pescado y desarrollaron la producción de garum para su importación por todo el Imperio Romano, un hecho confirmado tras hallarse una de estas factorías en el Puerto de Mazarrón. Actualmente se puede visitar el museo Factoría Romana de Salazones, que pone en valor la importante industria romana del garum.
El nombre de Mazarrón fue adoptado tras la invasión musulmana en la zona, quienes dominaron la Alta Edad Media del territorio y hoy día se observan sus rastros arqueológicos en todo el casco urbano de la localidad. Fueron éstos quienes otorgaron al lugar el nombre de Almazarrón.
En la historia de Mazarrón se debe destacar que en el siglo XV, Enrique IV entregó en concesión a las familias de Fajardo y Pacheco las minas de la zona y su explotación, los cuales aprovecharon el alumbre o almagra y su uso para la fabricación de velas, tintorería, curtidos, medicamentos y vidrios, entre otros productos. Tal fue el éxito de este mineral en toda Europa que Mazarrón era conocido como “Casas de los Alumbres de Almazarrón”.
El 1 de Agosto de 1572 resultó un día crucial en la historia de Mazarrón. Ese día, Felipe II concede el privilegio fundacional de la villa de Mazarrón y a partir de entonces el territorio contó con Ayuntamiento propio, comenzando la vida independiente del municipio.
La economía de Mazarrón se ha ido transformando durante los últimos 100 años partiendo de la minería como principal actividad económica, hasta llegar al momento actual donde su economía está basada en el turismo, con un importante sector servicios asociado, la agricultura y la pesca.