El actual ayuntamiento de la ciudad se encuentra situado en la plaza de La Glorieta y se construyó sobre lo que originalmente era el Palacio del Príncipe.
A mediados del siglo XIX, el alcalde de la ciudad encargó llevar a cabo la obra del nuevo ayuntamiento al arquitecto Juan José Belmonte, que encaró el proyecto desde un estilo más bien neoclasista.
La edificación se distribuye a lo largo de tres plantas y en su interior se destaca una imponente escalera de mármol de dos ramales que conduce a la planta principal en donde se ubica la Alcaldía y el famoso Salón de plenos, decorado según el estilo renacentista con sus vidrieras policromas.
La fachada de la planta baja acoge el acceso al edificio y en ella destacan las pilastras de sillares labrados en colores claros adosadas a los muros. El segundo y tercer piso se caracterizan por un estilo más clásico y sobre ellos eleva en el centro un frontón triangular decorado con molduras que contiene un antiguo reloj.
El ayuntamiento también consta de un edificio anexo diseñado por Rafael Moneo que se mandó construir en el año 1998, debido a la falta de espacio, y que es uno de los símbolos arquitectónicos más destacados de la ciudad. Este anexo se encuentra situado en la Plaza del Cardenal Belluga, sobre la fachada posterior del Ayuntamiento, quedando los dos unidos por una pasarela cubierta.
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