Se trata de una serie de estructuras romanas que se cree podrían haber pertenecido a un complejo hidráulico de mayor calibre alojado dentro de una villa romana dedicada a los labores del tipo artesano-industrial.
Estas estructuras poseen formas más bien cuadradas y hasta el momento los hallazgos arqueológicos en el lugar han descubierto solo dos de estas balsas que se encuentran unidas entre sí mediante un canal intermediario.
Sus muros macizos y uniformes se encuentran construidos con una técnica llamada “encofrado”, en donde se utiliza una mezcla que contenía como base principal cal y piedras de diferentes tamaños para su construcción. Es así que gracias a estos materiales se logra situar cronológicamente la construcción dentro de la época tardorrepublicana hasta el siglo III d. C.
Esta construcción formaba parte de un complejo denominado “Campus Spartarius” romano, que era una región con una gran influencia imperial debido a la riqueza agrícola que presentaba y a que contaba con un importante puerto comercial que lo conectaba con el resto del continente europeo.
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