Esta construcción de estilo veneziano y pronunciada pendiente, debe su nombre popular a la sensación que se experimenta al transitarlo desde algún vehículo.
Fue construido en el año 1978 con el objetivo de atravesar la Gola del Charco, uno de los canales que cortan La Manga. Su diseño presenta arcos casi ojivales que superan el medio punto y está revestido con vistosas piedras que recuerdan a la famosa ciudad Italiana.
Qué ver en San Javier
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