Yecla (Murcia)

Historia de Yecla


Yecla es una ciudad murciana cuyo nombre proviene de Yakka, nombre árabe que recibía la fortaleza del cerro del Castellar, a cuyos pies se extiende el casco urbano actual. No obstante, la expresión proviene de la raíz Iko o Ika prerromana.

Los primeros vestigios datan del Paleolítico Superior, aproximadamente 30.000 a. C., y se trata de útiles elaborados en silex localizados en los parajes de La Fuente y El Madroño.

Son muchos los yacimientos hallados correspondientes al Eneolítico y la Edad de Bronce, que trascienden a la época prerromana o ibérica. De esta última destaca el hallazgo de la Dama Oferente o Dama de Yecla, que es una impresionante escultura ibérica del siglo III o II a. C. que actualmente se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid).

Del periodo romano resalta el yacimiento de Los Torrejones, que funcionó desde el siglo I a. C. hasta el siglo V d. C. como centro administrativo de una comarca grande.

De manera estable, su primer asentamiento se logra a finales del siglo XI en torno a la plaza andalusí de Hisn Yakka, en medio del periodo almorávide. Posteriormente, en el inicio del siglo XIII, se transformó en una floreciente zona rural. Después de la reconquista cristiana, los musulmanes en Yecla se tornaron vasallos de la Corona de Castilla a cambio de algunas consideraciones que no se respetaron, lo que concluyó en la revuelta mudéjar o rebelión de los mudéjares (1264-1266), que afectó de manera muy importante a la historia de la Región de Murcia.
 
Basílica de La Purísima (Yecla - Murcia) 
La villa vivirá a partir de mediados del siglo XV e inicios de XVI un fuerte crecimiento y desarrollo económico gracias a su aduana, actividad que la llevará a elevar su demografía y urbe durante el reinado de Carlos V y Felipe II.

En el siglo XVII, Yecla atravesará una continua recesión en todos los aspectos, principalmente motivada por guerras, emigración, epidemias y plagas, entre otros factores. Es de mencionar que en los inicios del siglo XVII, la comunidad franciscana obtuvo nuevas instalaciones, conservándose en la actualidad la Iglesia de San Francisco y su capilla de la Virgen de las Angustias.
Yecla tuvo un aumento poblacional impresionante entre los años 1760 y 1774, pasando de una población de 3.450 a 10.440 en esos prósperos años, gracias principalmente a la conquista para el cultivo de la mayor parte de sus tierras. Será en el año 1878 cuando el rey Alfonso XII le conceda el título formal de ciudad a Yecla.

A mediados del siglo XIX Yecla experimenta un nuevo periodo de expansión que le permitirán fortalecer su carácter agrícola, especialmente vitivinícola. A finales del mismo siglo, aparece en Yecla la industria alcoholera y el sector experimentará su primer desarrollo industrial.

En la década de 1920 sucede un nuevo impulso industrial en la zona, tras la transformación de la actividad artesanal de carpinteros y toneleros a fabricantes de muebles. Entre 1950 y 1960 se consolida la industria del mueble en Yecla gracias a la conformación de la Cooperativa Obrera del Mueble "Esteban Díaz" y posteriormente la organización de la Feria del Mueble, siendo el primer evento de este tipo en toda España, el cual se realiza una vez al año.