El río Alhárabe nace a 1.440 metros de altura, en la ladera de la sierra del Zacatín en el municipio de Moratalla. En su primer tramo recibe aportes de los cursos de agua de la Serreta de la Torre y del Zacatín, así como de los arroyos de Las Polladas y Zaén.
Recorre todo el norte de Moratalla, donde se le conoce como el río Grande dada su importante presencia en este municipio. Tiene un recorrido de 49 kilómetros transcurridos entre los bellos paisajes de la comunidad de Murcia, donde recibe las aguas de su afluente, el río Benamor, para posteriormente llegar al río Segura, en las cercanías del Santuario de la Esperanza.
Se trata de una zona de especial de valor ecológico. El curso del río Alhárabe y zonas circundantes han sido catalogados como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) definida como “Sierras y Vega Alta del Segura y ríos Alhárabe y Moratalla". Esto es porque se trata de un área de gran importancia para las aves en peligro de extinción.
Han sido áreas consideradas por la Unión Europea como privilegiadas porque albergan condiciones de hábitat, alimenticias y climáticas que hacen posible la supervivencia de las aves consideradas como migratorias, que realizan movimientos de un lugar a otro en distintos períodos del año.
Flora
Las riberas del río Alhárabe se encuentran muy afectadas por su poca vegetación, la cual se hace presente de forma discontinua. En las áreas del fondo de valle se encuentran zonas de frutales y huertas y de otras actividades productivas, pero en las áreas separadas del valle, hacia las laderas, se encuentran suelos que han sido erosionados y solo pueden ser usados en el cultivo de cereales.
Los pinares han tenido una presencia significativa entre la vegetación que acompaña el cauce del río Alhárabe. Entre ellos el pino laricio, el pino carrasco y el pino rodeno. Hay otros tipos de vegetación tales como la ribereña, que se encuentra condicionada por el agua de tipo freática, así como por las condiciones específicas de los ecosistemas presentes.
En términos generales, el paisaje y su vegetación ha sido trasformado desde los siglos pasados, de tal manera que son pocas las zonas vírgenes el valle y ladera del río Alhárabe y sus afluentes, habiendo perdido su capacidad para el crecimiento y protección natural de su vegetación.
Muchas de las especies de su flora han desaparecido. De allí la iniciativa de reforestación de aproximadamente 30 kilómetros que ha sido realizada en la cuenca del río. Para ello se ha realizado el sembradío de árboles de 15 especies diferentes, así como de 50.000 arbustos. Éstos son autóctonos y han contribuido a la regeneración del hábitat del río Alhárabe.
Entre las plantaciones autóctonas sembradas están: fresnos, sauces, tarays, olmos y el chopo lombardo, uno de los más importantes del hábitat del río.
Fauna
En los alrededores del río Alhárabe existía una fauna que ha venido siendo disminuida. Entre ellas es significativa la nutria, así como el galápago leproso y los quirópteros. Todos ellos bajo programas de protección por la Unión Europea siendo que están en peligro de extinción.
Entre las especies de aves que han hecho del río Alhárabe su hábitat, y que han sido consideradas también en peligro de extinción, están: la cigueñela, el búho real, el alcaraván, la chova piquirroja y el halcón peregrino.
Es de destacar las serranías que circundan el río y que sirve de abrigo a las cabras montesas, las cuales han sido seriamente afectadas por los cazadores, habiéndose limitado su presencia, lo cual ha ameritado su protección. Así como de pequeños mamíferos y jabalíes que también están en condiciones de extinción por la caza descontrolada.
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