Presa y embalse en el río Guadalentín

Río Guadalentín


El río Guadalentín fluye por 121 Kilómetros a lo largo del valle del mismo nombre, en la Región de Murcia. También se le conoce como río Sangonera. Nace en el denominado Pantano de Puentes nutriéndose de la convergencia de los ríos Corneros, Luchena y Turrilla.

Desde allí toma dirección al sureste y pasa por el casco urbano de la ciudad de Lorca para luego continuar por el vasto valle del Guadalentín, recibiendo el cauce de las aguas de la rambla Nogalte. Posterormente va girando al noreste cubriendo áreas de los municipios Totana, Librilla y Alhama de Murcia, donde toma significativos aportes de otras ramblas.

En la pedanía del Paretón de Totana, el río Guadalentín tiene dos cauces: uno que tomaran sus aguas si viene excesivamente cargado por la rambla de las Moreras, en la localidad de Mazarrón, y que conduce directamente al Mar Mediterráneo; y el otro cauce del río Guadalentín, ya en el municipio de Murcia, consiste en un canal artificial denominado el canal del Requerón que lo une finalmente al río Segura, convirtiéndose así en el principal tributarío de este río por el margen derecho.
 
Lorca (Murcia) 
El río Guadalentín se distingue por su carácter imprevisible, con un caudal pobre que en pocas horas puede aumentar considerablemente. Casi siempre su cauce, muy poco profundo pero bastante ancho, contiene apenas un pequeño torrente de agua que normalmente seguiría por este cauce, pero estas aguas hoy se encuentran retenidas en el pantano lorquino de Puentes para su aprovechamiento.

Las pocas aguas del río Guadalentín bajan regularizadas por la Real Acequia de Alcalá para irrigar las huertas de Lorca, ubicadas en esa amplia extensión que va de Tercia a la localidad de Sutullena y de Marchena a la localidad de Tamarchete.
A esta condición hay que añadir la semiaridez del sureste de la península ibérica, su poca vegetación y que además el río Guadalentín no recibe afluentes de importancia, nutriéndose de las ramblas que encuentra a su paso.

No obstante, se estima que este río ha tenido a través de su historia crecidas que pudieron llegar a los 3.000 metros cúbicos por segundo, alimentado por lluvias torrenciales y las descargas de sus ramblas que le otorgan caudales espectaculares y que desafortunadamente han ocasionado grandes daños a su paso. La historia del río contabiliza 65 inundaciones.

En el pasado siglo, por ejemplo, se produjeron tres grandes riadas. La más grave de ellas en octubre de 1973 cuando el caudal registrado en Lorca fue superior a 2.500 metros cúbicos. Debe considerarse que el torrente de agua contenía gran cantidad de material sólido producto de los desprendimientos y arrastre. La riada destrozó 3 kilçometros de la principal vía de comunicación con Murcia y las aguas sobrepasaron la altura de un puente de 8 metros de altura. Se perdieron muchos de los servicios municipales, edificaciones, viviendas y granjas. Hectáreas de tierra de labor destruidas y decenas de animales muertos. En Lorca hubo 13 personas fallecidas, en Puerto Lumbreras, donde el impacto fue mayor, el número de personas fallecidas ascendió a 89.

En el presente siglo, en septiembre de 2012, hubo otra grave manifestación de las lluvias torrenciales de la denominada Gota Fría o Dana, fenómeno meteorológico que generalmente coincide con el inicio de otoño y la primavera. En esta oportunidad la avalancha de agua y lodo destruyó más de 300 viviendas y 260 granjas, además de la pérdida de tierra cultivable y decenas de animales. En total fallecieron 13 personas.

No obstante, el río Guadalentín tiene un interés ambiental, incrementado porque en éste se encuentran aves acuáticas y rapaces de poca presencia en la región. Destacan el aguilucho cenizo, ave rapaz que paulatinamente ha ido abandonando sus ya esporádicas visitas a este río. Entre las aves acuáticas se encuentra la cigüeñuela que ha encontrado en el río su lugar preferente de reproducción.