Jumilla (Murcia)

Historia de Jumilla


Ubicada al norte de la Región de Murcia, Jumilla es un municipio reconocido internacionalmente por sus vinos y sus peras, ambos con Denominación de Origen Protegida (DOP).

La zona se caracteriza por planicies y amplios valles rodeados por montañas, constituyendo un área de transición entre el litoral levantino del mar Mediterráneo y la meseta castellano-manchega.
 
Ermita de San Agustín (Jumilla - Murcia) 
Los vestigios arqueológicos encontrados en la zona se remontan a la Cultura Ibérica, con el conjunto arqueológico de Coimbra del Barranco Ancho como uno de los complejos más importantes e interesantes de la Cultura Ibérica.

Fueron muchas las villas Romanas que se asentaron en la zona, tal y como demuestran los Yacimientos de: Los Cipreses, La Ñorica, La Pinosa y El Pedregal, entre otros.
Destaca el atractivo y misterioso monumento conocido como el “Casón”, de época tardoromana, que es una extraordinaria construcción de culto funerario ubicada bastante cerca del casco urbano de la ciudad. Otro de los hallazgos que da fe de la presencia de los romanos en la zona es la escultura de Hypnos, la cual fue descubierta a finales del siglo XIX y actualmente puede ser admirada en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Tierra de vinos

La vid era cultivada en ese territorio desde la época romana, encontrándose los retos de Vitis vinifera más antiguos de toda Europa; utensilios y restos arqueológicos, como los famosos pendientes de oro íbero con forma de racimo de uvas, los cuales sirvieron de inspiración para el diseño de los trofeos que entrega el Consejo Regulador de la DOP Jumilla en sus certámenes de vinos.

Esta ciudad fue conocida entre los árabes como Yumil-la y pasó a dominio musulmán por el Pacto de Tudmir. El núcleo de la actual ciudad de Jumilla se construyó en el Cerro del Castillo, aprovechando los cimientos de construcciones íberas y romanas. Se trataba de una fortaleza de tipo rural que cumplía básicamente con tres funciones: defender el territorio, controlar la comunidad campesina y recaudar impuestos.

En 1243 se firman las Capitulaciones de Alcatraz, sellándose la conquista de Jumilla por parte de las tropas cristianas, quienes tomaron el Reino de Murcia para Castilla, momento en el cual Alfonso X mandó construir sobre los cimientos de una mezquita, la ermita a la advocación de Santa María de Gracia.
 
Como consecuencia de la guerra desatada entre Castilla y Aragón se firma el tratado de Elche, el cual divide el Reino de Murcia estableciéndose límites fronterizos y quedando Jumilla bajo el dominio de Aragón.

Es durante este período cuando se elabora “La Carta de Amojonamiento del término de Jumilla”, primer documento de carácter histórico dedicado íntegramente a Jumilla.
 
Castillo de Jumilla
 
Pese a ello, en 1358, la ciudad se integró a la Corona de Castilla después de que su población no resistiera más los duros tratos de su señor y acudieran al Rey Pedro I, ofreciéndole apoyo interno para que tomara la fortaleza. En 1445, Jumilla se incluyó en el señorío de Villena, cuyos marqueses fomentaron la agricultura, el comercio, la ganadería y las edificaciones religiosas.

La población se fue asentando fuera del recinto amurallado, descendiendo hasta la llanura frente al cerro, quedando en el centro la Torre del Homenaje y la Iglesia de Santa María de Gracia.

El dominio de los marqueses de Villena sobre la zona se extendió hasta la abolición del régimen señorial en España en el siglo XIX, momento en el cual empezaría formalmente la producción vitivinícola. En 1910 se fundó la Estación Enológica de Jumilla, la cual es pionera en las técnicas de cultivo del viñedo y realiza investigaciones para la mejora de las vides.

El 17 de Julio de 1911 el Rey Alfonso XIII le concede el título de excelentísimo al Ayuntamiento de Jumilla y la nombra como ciudad.