Historia de Cartagena
Según los registros del año 2019, Cartagena tiene más de 200 mil habitantes, por lo que se trata de la segunda ciudad más importante de la región de Murcia.
La ciudad de Cartagena fue fundada, por el general cartaginés Asdrúbal, en el año 227 a. C. con el nombre de Qart Hadasht. Cartagena estuvo muy poco tiempo en manos cartaginesas, ya que en el 209 a. C. fue conquistada por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica.
Bajo el dominio romano, la ciudad tuvo su mayor momento de esplendor entre finales del siglo III a. C. y comienzos del siglo II d. C. Se trataba de una ciudad (Carthago Nova) muy importante para los romanos por la riqueza minera de las sierra aledañas y su privilegiado emplazamiento, que permitía una fácil defensa de la ciudad. El puerto de Cartagena ha sido una gran fuente económica para la ciudad desde tiempos pasados.
Debido a la capitulación de la Cora de Tudmir, en el año 734, Cartagena pasó a manos musulmanas. La ciudad vivió un largo periodo musulmán hasta que, en el año 1245, el entonces príncipe Alfonso (posteriormente sería el rey Alfonso X el sabio) conquistó la ciudad, recuperando su condición de sede episcopal.
Debido a la capitulación de la Cora de Tudmir, en el año 734, Cartagena pasó a manos musulmanas. La ciudad vivió un largo periodo musulmán hasta que, en el año 1245, el entonces príncipe Alfonso (posteriormente sería el rey Alfonso X el sabio) conquistó la ciudad, recuperando su condición de sede episcopal.
Alfonso X el sabio, en el año 1272, estableció una orden militar enfocada en la defensa naval. Se conoce como Orden de Santa María de España. Ésta determinaba que la Corona de Castilla tendría su defensa en Cartagena. Aunque después, el hecho de mover la sede episcopal hacia Murcia detuvo el crecimiento en varias áreas de Cartagena.
Desde el siglo XVI Cartagena fue fortaleciendo la labor militar a causa de la relevancia táctica de su puerto. De esta manera, en el siglo XVIII pasó a ser capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo y se produjo la construcción del Arsenal y los castillos y cuarteles previstos en el plan de fortificación de la ciudad. Esta gran actividad en torno a la ciudad hizo que la población se multiplicase en muy poco tiempo por cinco, pasando de 10.000 a 50.000 habitantes.
Durante siglo XIX se crearon otras industrias que supusieron una renovación para Cartagena, como la obtención minera de plata, plomo y zinc. Este auge de la minería sirvió de estímulo para la industria y el comercio. Por otro lado, Cartagena también se sacó ventaja en el área química, consiguiendo compuestos como sulfuro, abonos fosfatados y explosivos.
La crisis de la minería y la gran crisis económica internacional de la segunda década del siglo XX supuso para Cartagena fuertes tensiones sociales. En medio de este escenario Cartagena afrontó la Segunda República y padeció las dramáticas consecuencias de la Guerra Civil, siendo uno de los grandes bastiones del gobierno republicano y, junto a Alicante, la última ciudad en caer en manos del General Franco.
La crisis de la minería y la gran crisis económica internacional de la segunda década del siglo XX supuso para Cartagena fuertes tensiones sociales. En medio de este escenario Cartagena afrontó la Segunda República y padeció las dramáticas consecuencias de la Guerra Civil, siendo uno de los grandes bastiones del gobierno republicano y, junto a Alicante, la última ciudad en caer en manos del General Franco.
