A los pies de la
Sierra Minera de Cartagena–La Unión se encuentra la Bahía de Portmán. Su estado activo y su ubicación estratégica hizo de la localidad de Portmán un enclave relevante del Mediterráneo.
La zona gozaba de gran riqueza en mineral y su puerto comercial hacia aún más lucrativas las actividades que se realizaban en el lugar; debido a su auge y potencial no pasó mucho tiempo para que se empezara a conformar en sus cercanías el primer núcleo urbano de la localidad.
Durante la época romana la Bahía de Portmán existía, pero era conocida como Portus Magnus.
Al final de este período se produjo una decadencia en la minería de la zona, la cual no volvió a resurgir hasta el siglo XIX.
Todos estos años de actividad minera dejaron el lugar colmatado, transformando el paisaje inicial de la costa y la sierra minera.
En la actualidad se pueden observar los restos de las explotaciones mineras, aunque ya se ha aprobado un plan de regeneración general de la bahía, con el fin de que se vislumbre un aprovechamiento turístico del lugar lo más pronto posible.
Inicios de la Bahía de Portmán
El gran auge que generó las actividades mineras de la bahía durante el siglo XIX hizo que la ciudad de Portmán atrajera gran cantidad de inmigrantes curiosos, dispuestos a ser parte de aquella producción económica. Una de las causas que provocó el desarrollo de la minería fue la industrialización de Europa de finales del siglo XVIII, la cual requería de enormes cantidades de minerales.
Sin embargo, la población de Portmán empezó a sentir la despreocupación de
Cartagena, la cual era arropada por grandes dificultades que terminaron en una inminente segregación. En el año 1860 Portmán, Herrerías, El Garbanzal y Roche decidieron unir fuerzas para conformar un nuevo municipio.
En el año de 1968, gracias a la ayuda del general De Bosch, El Garbanzal se unió a Herrerías para iniciar formalmente el municipio conocido como
La Unión, dejando a su vez a Roche y Portmán como pedanías.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918) el control de la minería de Portmán quedó en manos de empresas tradicionales. Estas grandes empresas eran las encargadas de imponer en la bahía las directrices de cotizaciones para formar y mantener la creación de monopolios alrededor de la continua actividad minera. Era de esperarse que los precios de cada uno de los minerales explotados también eran designados por ellos. Pero dichas empresas no contaban con una nueva crisis que pronto surgiría.
Empezó a escasear el trabajo en el lugar y esto provocó un gran éxodo de los trabajadores y el talento minero, familias enteras abandonaron la ciudad rumbo a diversos destinos.
Colmatación de la Bahía de Portmán
La explotación minera de la Bahía de Portmán desencadenó un desastre ecológico sin precedentes, vertiendo miles de toneladas de desechos estériles al lugar y causando su cierre definitivo para este u otros usos.
Actualmente Portmán es una población que se levanta de aquellas catástrofes ambientales sufridas en la bahía y se mantiene en la búsqueda de nuevos horizontes. Sin duda es un lugar que aspira a una regeneración plena de la zona para seguir contando historias a residentes y futuros visitantes.