Juan de la Cierva Codorníu es un digno representante del ingenio español, siendo uno de los ingenieros e inventores más grandes de la historia al destacar como el antecesor del helicóptero, con su invención del autogiro.
Nació en la ciudad de
Murcia el 21 de septiembre de 1895. Su padre fue Juan de la Cierva y Peñafiel, abogado criminalista, político y empresario, quien llegó a ser ministro en varias ocasiones y alcalde de Murcia. Su madre fue María Codorníu Bosch, hija del destacado ingeniero de montes Ricardo Codorníu.
Era conocido con el apodo familiar como “Juanito” y siempre tuvo curiosidad y pasión por el mundo de la aviación, de hecho le gustaba leer cualquier libro sobre invenciones. Durante su infancia desarrolló su creatividad y habilidades para crear diversos modelos de aviones que tuvieran la capacidad de volar con materiales tan sencillos como papel, ligeras varillas y gomas retorcidas.
Inventos y logros de Juan de la Cierva
Juan de la Cierva creó la sociedad B.C.D que correspondía con las siglas de los apellidos de su compañero de estudio José Barcala y amigo Pablo Díaz. Fueron unos pioneros en el desarrollo aeronáutico en España.
En 1912, con apenas 16 años de edad, Juan de la Cierva construyó e hizo volar un avión biplano con la designación BCD-1 conocido como “Cangrejo”, su primer piloto fue el francés Mauvais. Posteriormente, Juan de la Cierva construyó en 1920 en Madrid su primer autogiro, nombrado el Cierva C.1. Contaba con fuselaje, ruedas y estabilizador vertical de un monoplano, sobre este se montó dos rotores cuatripalas contrarrotatorios coronados por una superficie vertical, con el objetivo de proporcionar control lateral.
Asimismo, poseía una planta motriz, un motor Le Rhône de 60 CV. Sin embargo, no logró volar a causa de que el rotor inferior giraba a menos velocidad de la necesaria. Después, realizó dos nuevos intentos con C.2 y C.3, pero su vuelo fue fallido a pesar de lograr algunos saltos de uno a dos metros de alto.
No fue hasta la creación del modelo C.4, en 1922, cuando logró resolver el problema de sustentación del rotor, incluyendo su revolucionaria idea de articular las palas del rotor en su raíz.
Las primeras pruebas se realizaron en el túnel de viento del circuito cerrado del aeródromo de Cuatro Vientos, reconocido como el mejor de toda Europa. Finalmente, este aparato fue aprobado con total éxito en enero de 1923 en el aeródromo de Getafe, pilotado por el teniente Alejandro Gómez.
Un mes después el C.4, contando con su motor Le Rhône 9Ja de 110 CV, logró recorrer en cuatro minutos 4 kilómetros en el circuito cerrado de Cuatro Vientos a una altura de 30 metros. En el mes de julio del año 1923 se fabricó el C.5 con el mismo motor y voló en Getafe, ya contando con una subvención del gobierno español.
Conquistando el cielo
En el año 1926 en el Reino Unido se creó la Sociedad Cierva Autogiro Company, con el apoyo económico del escocés James George Weir, industrial y aviador, para el desarrollo del autogiro, fabricando diversos modelos para esa Nación.
Ya en 1928 Juan de la Cierva era muy famoso por sus autogiros, los cuales los pilotaba personalmente ante gran público para exhibirlos. Tuvo la oportunidad de realizar un vuelo a los Estados Unidos y aterrizar en el jardín de la Casa Blanca, donde fue recibido por el presidente Herbert C. Hoover.
Este gran inventor falleció el 9 de diciembre de 1936, con apenas 42 años de edad, en un trágico accidente del avión Douglas DC-2 de KLM, en el aeropuerto de Croydon, el cual se estrelló durante el despegue. Era un vuelo regular que realizaba de Londres a Ámsterdam.